Pocas veces se ha puesto tanto afán en una reedición de las Aventuras del Capitán Trueno, a excepción quizá de la edición facsímil apaisada, como en la actual TRUENO COLOR.
Los responsables de esta iniciativa merecen todo nuestro respeto y aplauso, y más teniendo en cuenta los momentos de crisis que vivimos; en los que la aventura real por el riesgo económico ante una inversión como ésta, supera con creces a las de ficción. La actual edición de las Aventuras del Capitán Trueno, no es desde mi punto de vista un refrito más a los que, reiteradamente, nos han tenido las editoras acostumbrados; tiene muchos puntos positivos. Intentaré detallarlos con la mayor objetividad y brevedad posible, aunque podría de-tenerme más profundamente en cada uno de ellos:
1- EL TAMAÑO: La dimensión (24 por 33 centímetros), es muy acertada. Resulta muy cómoda y manejable. Es preferible (en esto, como en todo, habrá quien discrepe), a las exageradas proporciones de la, también novísima reedición, de las aventuras de EL CORSARIO DE HIERRO. En cada una de las páginas del tomo se reproducen dos de la publicación original. En ésta el ancho de la página alcanzaba los 22cm. y el alto los 15.
Cada página (me refiero concretamente a la zona impresa) del Trueno Color, sólo pierde un centímetro de ancho por otro de alto. Esta diferencia resulta in-significante y no dificulta la pronta lectura ni la apreciación de los dibujos en toda su calidad.
2- LA PRESENTACIÓN: El editor ya avisa en una breve nota preliminar cuáles son sus intenciones:
Subsanar la injusticia que para con los aficionados a la Historieta Gráfica y, en especial con los seguidores del Capitán Trueno, supuso la edición de Trueno Color en los años 60. Y esto merece ya mismo un gran aplauso. Insistiendo en este tema, Antoni Guiral, escribe un interesantísimo artículo a modo de introducción y muy esclarecedor. Sirviéndose de viñetas manipuladas en ediciones anteriores, las compara con las originales para recor-darnos la opresiva mano negra de la censura en tiempos, afortunadamente, ya superados. El jugoso artículo no tiene desperdicio y es un verdadero regalo que enriquece aún más la presente edición. Nos ayudará a recordar y también in-formará a los nuevos lectores de muchas de las tropelías extrapáginas de las que fue víctima el Capitán Trueno.
3- EL COLOR: Personalmente hubiera deseado unos colores menos intensos, de tonos menos duros y más suaves. No obstante, mi apreciación al hojear el tomo es que también en este apartado supera a todas las ediciones precedentes. El color aplicado es menos plano y uniforme, tanto en ropajes como en paisajes y cielos. Lo único que me atrevería a pedir es que se continúe en esta línea. Para ningún lector medianamente exigente pasa desapercibido que el color y sus grados aunque sean mínimos-, deben aplicarse consciente e inteligentemente. Con que la consciencia atenta evite barbaridades como caras azules, verdes
y trajes que cambian de color de una viñeta a otra, debemos darnos por satis-fechos. No podemos pretender que un tebeo sea un cuadro al óleo. Esto es evidente. Pero la evidencia también manifestará un color dado sin medida ni cuidado.
4- LAS PORTADAS ORIGINALES: Otro motivo de satisfacción para el aficionado. La reproducción de estas portadas ambrosianas (y, esperemos que más tarde de dibujantes como Ángel Pardo, etc.) es un regalo para los ojos. Poco importa que las copias reflejen el paso del tiempo (algunas muestran improntas de dobleces y zonas decoloradas). La arruga también es bella, se dice con razón. Y en este caso esta frase está más que justificada: lo que se recupera es la histo-ria de un tebeo.
5- LAS PORTADAS DE BERNAL: Todavía recuerdo el momento en el que vi la prime-ra portada del primer TRUENO COLOR de 1969. Destacaba sobre todas las de-más revistas en aquel quiosco de mi barrio en Portugalete. Las portadas de Bernal son consustanciales al TRUENO COLOR. No podían faltar. Esta certeza es algo que el editor responsable ha sabido tener en cuenta. Como ha tenido en cuenta (y esto sí que no lo esperaba) el hecho de añadir la fecha al pie de cada portada. Un detalle más.
CONCLUSIÓN: En mi opinión la edición actual de TRUENO COLOR, sin censuras, reflejando los cuadernillos originales, mejorándolos incluso al colorearlos; es una reedición muy DIGNA. ¡Y se ha hecho esperar demasiados años! ¡LARGA VIDA Y MUCHOS ÉXITOS, CAPITÁN TRUENO! ¿TE VEREMOS CABALGAR HACIA AVENTURAS NUEVAS?